La radiactividad o radioactividad es un fenómeno físico que ocurre en los núcleos de
ciertos elementos, inestables, que son capaces de transformarse o
decaer en núcleos atómicos de otros elementos más
estables. Emiten radiaciones que tienen la propiedad de impresionar placas radiográficas, ionizar gases, producir fluorescencia, etcétera.
En general son radiactivas las sustancias que no presentan un balance correcto entre protones o neutrones.Eventualmente, el desequilibrio se corrige mediante la liberación del exceso de neutrones o protones, en forma de partículas α que son realmente núcleos de helio, y partículas β, que pueden ser electrones o positrones.
Consecuencias para la salud de la exposición a las radiaciones ionizantes
Los efectos de la radiactividad sobre la salud son complejos.
Dependen de la dosis absorbida por el organismo. Para medir la peligrosidad de un elemento, erróneamente se considera idénticos los tres tipos de radiaciones (alfa, beta y gamma). Una
radiación alfa o beta es relativamente poco peligrosa fuera del cuerpo.
En cambio, es extremadamente peligrosa cuando se inhala. Por otro lado,
las radiaciones gamma son siempre dañinas, puesto que se neutralizan con
dificultad.
Ley de la radiosensibilidad
La ley de la radiosensibilidad (también conocida como ley de Bergonié y Tribondeau,
postulada en 1906) dice que los tejidos y órganos más sensibles a las
radiaciones son los menos diferenciados y los que exhiben alta actividad
reproductiva.
Como ejemplo, tenemos:
-Tejidos altamente radiosensibles: epitelio intestinal, órganos
reproductivos (ovarios, testículos), médula ósea, glándula tiroides.
-Tejidos poco radiosensibles: neuronas, hueso.
-Tejidos medianamente radiosensibles: tejido conectivo.
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